Por: Ricardo Toledo, PMP, CSM
Hoy en día, los que trabajamos en Alpha hemos tenido
contacto con la metodología de dirección de proyectos del PMI, y su compendio
de mejores prácticas, el PMBOK que recientemente se actualizó a la versión 5.
Se trata de un conjunto de procesos, herramientas y técnicas que se utilizan
para gestionar de manera eficiente los proyectos de una organización, y que se
está convirtiendo en el estándar para la gestión de proyectos en industrias tan
disímbolas como las de construcción,
desarrollo de software, tecnologías de información, bancaria,
manufactura, telecomunicaciones, etc.
Sin embargo, desde hace algunos años, una nueva manera de
ver la gestión de proyectos se ha venido abriendo camino, especialmente entre
las organizaciones que se dedican al desarrollo de software. Existen varios
métodos que se han creado en este sentido y se han agrupado bajo la bandera de
“metodologías ágiles”, debido a que tienen en común que se enfocan en darle al
cliente productos de valor (es decir, que el cliente puede ir usando conforme
se van liberando) desde el inicio del proyecto.
Algunos de los métodos de
gestión más conocidos son Scrum, Kanban, Extreme Programming, etc. En el 2001,
los líderes de opinión en estas técnicas ágiles se reunieron en Utah, E.U. y
emitieron un documento al cual se le conoce como el Manifiesto Ágil, en donde delinearon las principales
características de lo que deberían ser los métodos ágiles, el cual traduzco a
continuación:
“Estamos develando mejores maneras
de desarrollar software, haciéndolo y ayudando a otros a hacerlo. A través de
este trabajo hemos llegado a privilegiar:
Individuos e
interacciones
|
sobre
|
procesos y herramientas
|
Software que
funcione
|
sobre
|
documentación exhaustiva
|
Colaboración con
clientes
|
sobre
|
negociación de contratos
|
Responder al cambio
|
sobre
|
ajustarse a los planes
|
Es por eso que, aunque hay valor en
los conceptos del lado derecho, privilegiamos más los conceptos del lado
izquierdo.”
Dentro de las técnicas ágiles, la que ha destacado por su
cobertura y difusión ha sido el método Scrum, creado en 1995 por Jeff
Sutherland y Ken Schwaber. El método Scrum se define como una estructura ágil
para ejecutar proyectos complejos y de acuerdo a sus documentos descriptivos,
puede ser aplicada para cualquier proyecto de alta complejidad y alta
incertidumbre.
Los creadores del método Scrum han evolucionado y crearon
una organización para crear cultura y difundir sus estándares llamada Scrum Alliance, con representación en
México y en diversos países. Ofrecen estándares y certificaciones de las cuales
la más popular es el Certified Scrum Master o Maestro de Scrum Certificado (Las
siglas CSM se pueden agregar después del nombre para identificar a quien se ha
certificado). La cual se puede obtener después de obtener una capacitación y
presentar un examen.
El PMI, tiene su propia certificación para directores de
proyectos que tienen experiencia en técnicas ágiles y que requiere de la
aprobación de un examen. A la certificación se le conoce como PMI Agile
Certified Practitioner o Practicante Ágil Certificado del PMI (PMI-ACP).
Actualmente Alpha Consultoría, está brindando capacitación
en técnicas ágiles y de preparación para la certificación
PMI-ACP, así mismo, los consultores podemos ofrecer servicios relacionados con técnicas ágiles a nuestros
clientes.
¿Entonces deberíamos migrar nuestras prácticas actuales a un
método ágil como el Scrum?
De acuerdo a lo que hemos investigado en Alpha Consultoría,
la respuesta es no. Scrum definitivamente no es para todo tipo de proyectos,
está muy encuadrado en los proyectos de desarrollo de software y no necesariamente es útil para proyectos más
estructurados como los de construcción o infraestructura. Consideramos que el
método Scrum es un buen complemento para las prácticas de dirección de proyectos
por el método PMI y que en algunos casos, y algunas organizaciones puede
funcionar en paralelo.
Por esta razón los invitamos a que conozcan el método Scrum
y otras prácticas ágiles de dirección de proyectos, sin olvidar que las
prácticas que desarrollamos hoy en día aún son el estándar a seguir.
Comentarios
Publicar un comentario